jueves, 2 de febrero de 2012

MIGUEL RIOS (5.11) 10/01/2012


MIGUEL RIOS



Miguel Ríos: un señor que lleva ya más de 45 años de carrera, que ha sido brecha del panorama musical en muchos aspectos, que ha sabido adaptarse a cada tiempo y a cada circunstancia con inteligencia y sin perder nunca la curiosidad, la inquietud y las ganas de aprender, siendo él a su vez maestro para muchos... A lo largo de estos años su estilo ha variado desde el rock and roll más primigenio al sinfónico o, en los últimos años, el jazz con big band o el blues¿ Tal vez el más absoluto representante del rock español? Pues vamos a verlo.

Miguel Ríos Campaña, nacido el 7 de junio de 1944, es, como todo el mundo sabe, natural de Granada, y se crió en el seno de una familia humilde en el barrio de La Cartuja. Nada más acabar los estudios, en los Salesianos, tuvo que ponerse a trabajar. Su primera ocupación, a los quince años, fue como dependiente en un bar y posteriormente trabajó como empleado en la sección de discos de unos grandes almacenes.

Merece la pena incidir en esto de su origen familiar porque aquí los inicios del rock eran, en buena parte, cosa de gente con posibles; aquellos que, en una época de economía no muy boyante y en plena dictadura, podían costearse los instrumentos necesarios y, a su vez, acceder a la música que llegaba del extranjero a pesar de los controles de la censura. Miguel consiguió saltar esta barrera gracias a que pasó una temporada trabajando en el apartado de discos de unos grandes almacenes de la calle Ángel Ganivet, donde empezó a escuchar a aquellos artistas que le crearían afición, destacando especialmente Elvis Presley. Empezó a cantar en su tiempo libre y acompañado de un grupo de amigos, se presentó al concurso Cenicienta 60 de Radio Granada, interpretando "You Are My Destiny" (2:27) 01, de Paul Anka, y ganó.
Despues de este éxito y con el permiso materno, ya que su padre había muerto unos meses antes, se trasladó a Madrid en 1960, cuando sólo contaba 16 años, de la mano de un cazatalentos. Tras una primera etapa de apuros económicos, el 2 de enero de 1962 grabó con la compañía Polygram sus cuatro primeras canciones para un EP, trabajo por el que cobró 3000 pesetas.
Por entonces se decía que el rock and roll había muerto y que lo que triunfaría sería el twist, por lo que, deseoso de grabar a toda costa, accedió a ser bautizado comercialmente como Mike Rios, el Rey del Twist, nombre que dio título a esa primera grabación y con el que se haría popular durante la primera mitad de los años 60. Así pues, en este primer trabajo se incluyó "El twist", versión en español del original de Hank Ballard y "Twist de Saint-Tropez", pero también "Pera madura" (2:16) 02, un rock del italiano Pino Donaggio, lo que puede ser considerado el nacimiento del rock en España.


Durante ese año graba tres EP más: "Mike Ríos" (que incluye el "Twist del reloj"), "Mike Ríos Locomoción" (con "La locomoción", versión del "The Loco-Motion" de Carole King y Gerry Golfin) y "Mike Ríos con Los Relámpagos. ¡Explosivo!" (con "Popotitos", versión del "Bonny Moronie" de Larry Williams)


En 1963 comienza a participar en Las matinales del Price, galas de música juvenil celebradas los sábados por la mañana en el Circo Price, y publica un nuevo EP con Los Relámpagos y otros dos ya sin el grupo. En el primero de ellos se incluye "El ritmo de la lluvia", versión del "Rhythm of the Rain" del grupo The Cascades. En esta época participa en un concurso presentado por Joaquín Soler Serrano.


En 1964 graba sus dos últimos trabajos como Mike Ríos. En el primero de ellos, acompañado por el grupo Los Sonor, se inluye "Oh, mi señor" ("O mio signore" de Mogol, Vianello y Mapel).


Para la grabación del tercer trabajo de ese año recupera por fin su nombre auténtico. En este disco se incluye el tema "Serenata bajo el sol", escrito por Waldo de los Ríos y para el que vuelven a compañarle Los Relámpagos. El tema se incluiría al año siguiente en su primera incursión en el cine, Dos chicas locas, locas junto con las populares Pili y Mili. Durante ese 1965 graba otros dos EP, en el segundo de los cuales se incluye "Melodía encadenada" (3:38) , versión del "Unchained Melody" de Alex North, y "Ayer", versión del "Yesterday" de The Beatles.


Se abre ahí una etapa de numerosos sencillos y EP -algunos de ellos con Los Relámpagos como banda de acompañamiento- para el sello holandés, en los que combina este movimiento con otros estilos de moda, haciendo especial hincapié en el rock, y que se extiende hasta 1966, año en que, harto de su situación en dicha compañía decide fichar por la incipiente Sonoplay. Allí, a pesar de estar la mayor parte del tiempo de brazos cruzados -solo editó un sencillo, la banda sonora de la película "Hamelin" (1968) de Luis María Delgado y que él protagonizaba-, consigue al fin un buen sueldo y empieza a plantearse una carrera sólida.


Con la ayuda de su amigo Fernando Arbex, Miguel Ríos empieza a trabajar en nuevas canciones y las presenta a Hispavox, el gran sello nacional de aquellos años. Les encanta y deciden ficharle, iniciando así sus espléndidos trabajos junto al glorioso tándem de la compañía, el productor Rafael Trabuchelli y el arreglista argentino Waldo de los Ríos. El primero de ellos, Mira Hacia Ti” (Hispavox, 1969), contiene ya algunos de los temas más significativos de su carrera, como “El río”, “Vuelvo a Granada”, etc. Muchas de estas canciones fueron editadas en sencillos y situaron a Miguel Ríos en un lugar preferente dentro del panorama musical nacional, alcanzando incluso el nº 1 en las listas.
Pero ese mismo año, y de nuevo con arreglos de Waldo de los Ríos, llega uno de los momentos cumbre de su carrera, el archiconocido Himno a la alegría(5:00) 04. (una adaptación del último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven). Arrollador éxito internacional en su versión en inglés, Song of joy(4:24) 05, el sencillo vendió más de siete millones de copias (enumeren artistas españoles que hayan alcanzado dicha cifra), se situó en las listas de éxitos de medio mundo, incluyendo Estados Unidos, país donde fue disco de oro y llegó al nº 2; para darnos idea del nivel de éxito que obtuvo, esta canción permaneció en el top ten alemán de julio de 1970 a marzo de 1971. Una barbaridad tal, que muchos ya tuvieron suficiente Miguel Ríos para toda la vida.
El éxito obtenido, le sirvió como el mismo declararía: «Para que tomara conciencia de que podía cantar, escribir textos, utilizar la imaginación y construir algo sólido como un disco».


Así pues, ese mismo año de 1969 publica Mira hacia ti, su primer elepé, en el que se incluyen los éxitos de sus sencillos con Hispavox más otros temas nuevos.


Con su carrera ya plenamente consolidada, en 1970 publica Despierta y en 1971 Unidos, trabajos que se mueven en el ámbito del rock sinfónico.


En 1972 ofrece una gira de conciertos que, con el nombre de Conciertos de rock y amor, suponen el despegue en el país de la infraestructura necesaria para este tipo de eventos. Fruto de la gira es el disco Miguel Ríos en directo: Conciertos de Rock y amor, uno de los primeros discos en directo grabados en España y en el que vuelve a las raíces del rock and roll con temas clásicos que hizo famosos Elvis Presley como Hound Dog, Tutti Frutti y Rock de la cárcel (Jailhouse Rock), pero en el que también interpreta por ejemplo Cantares de Joan Manuel Serrat.


. Los conciertos de rock y amor, que promocionaban la imagen hippie y pacifista del artista en el ocaso de la dictadura de Franco, sirvieron, además de para extender su popularidad a cada pequeño rincón del país, para ponerle en el centro de mira de aquellos que pensaban que ya era hora de dar un escarmiento a tanto jovenzuelo fumeta. Ese mismo año de 1972 es detenido por fumar marihuana y, tras pasar veintisiete días en la cárcel de Carabanchel, es puesto en libertad sin cargos.
 En 1974 edita “Memorias de un Ser Humano” (Hipavox, 1974),álbum de contenido más social que le introduce en terrenos progresivos y que no agrada a la compañía, deseosa de un nuevo “Song of joy”. Su casa, tras un tira y afloja, le otorga la carta de libertad para marcharse y ficha por Polydor, donde continúa su etapa más experimental con álbumes conceptuales como “La Huerta Atómica” (Polydor, 1976) y “Al-Andalus” (Polydor, 1977), ambos con escasas ventas. El primero es una suerte de reivindicación anti-nuclear y ecologista -recuerden: esto ya en 1976, que no estamos en Estados Unidos- y el segundo penetra en el mestizaje del rock con el flamenco y los sonidos de ascendencia árabe; en ese sentido merece la pena mencionar la gira que al año siguiente y bajo el nombre de La Noche Roja, producto del patrocinio de una marca de ropa vaquera, organizó junto a Triana, principal exponente de lo cultivado en aquel disco. También participaron, entre otros, Guadalquivir -grupo formado por músicos que tocaron en "Al-Andalus"- o Iceberg.
Fueron muy pacientes en Polydor con Ríos, del que aguardaban éxitos y llegaban discos extraños. Por ello, su espera fue recompensada cuando llega la etapa más significativa del artista, que se inicia con “Los Viejos Rockeros Nunca Mueren” (Polydor, 1979). Esta etapa se define por un rock claro y sencillo, que por momentos reivindica sus inicios pero también le pone de actualidad con éxitos evidentes y recordados. Los mayores de ellos, sin duda, Santa Lucía(2:36) 06 (Version en directo y mas corta que el original y aunque sorprenda no es una canción de Miguel, sino del argentino Roque Navaja), que aparecía en el álbum “Rocanrol Bumerang” (Polydor, 1980) y Bienvenidos, tema dedicado “a los hijos de rock 'n’'roll” y que abre el doble directo Rock & Ríos(Polydor, 1982), uno de los grandes eventos de la historia del rock en España e inicio en el rock con mayúsculas para casi toda una generación. Y donde destacan temas como “Reina de la Noche”, “Banzai”, o el “Blues del autobús” (3:57) 07


A él le sigue en esa misma línea la gira de El Rock de una Noche de Verano(Polydor, 1983), con Luz Casal y Leño nada menos que de teloneros; una gira de macroconciertos que llenó varios estadios de fútbol y en el que el artista hacía gala de su militancia política y antinuclear. El gran colega, le llaman. No corrió la misma suerte la gira “Rock en el Ruedo” de 1985, de la que finalmente se editaría sin embargo un disco recopilatorio sin demasiada repercusión.


A pesar de esto, Miguel Ríos está en el cénit de su popularidad musical en España y se embarca en proyectos televisivos, como “Qué Noche la de Aquel Año” (3:54) 08 (Ramón Pradera, 1987), programa ideado y presentado por él y con guión de Diego A. Manrique, en el que repasa la historia del rock español desde 1962 hasta ese mismo año a lo largo de veintisiete programas repletos de invitados, actuaciones y colaboraciones que se vieron publicados en dos dobles álbumes. Tanto el programa como los discos tuvieron un notable éxito y por ello fue galardonado Miguel con un Premio Ondas.
Ese año de 1987 debió de ser intenso para Miguel Ríos, pues junto al programa y a los discos entra en contacto con la música rock de Latinoamérica y empieza a gestar otro de sus significativos giros. También celebra un multitudinario concierto en la plaza de toros de Ciudad de México, siendo el primer artista que logra el lleno absoluto en dicho recinto. Y finalmente, su querida Granada le otorga la Medalla de Oro de la ciudad.


A esto le sigue una etapa relativamente discreta del artista y en la que empiezan a aparecer antologías de su ya extensa carrera y los reconocimientos a la misma en forma de premios (Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros), homenajes, etc. Pero Miguel Ríos no se duerme en los laureles; la música es su pasión y continúa en una nueva etapa en la que se decanta por el rock latino y más adelante por el swing y el blues. Más que discos sobrios, como se les suele calificar, son elegantes, con dos temas relevantes: Directo al corazón del álbum del mismo título de 1990, último con Polydor y al que siguió un largo período sin publicar nada, y “No voy en tren”, de Como si Fuera la Primera Vez(Virgin, 1996), el único que editó con esta compañía.


Tras ello, Miguel Ríos se monta su propia disquera, Rock&Ríos Records, con lo que consigue un doble objetivo: sacar lo que le dé la gana cuando le dé la gana, y cumplir un sueño en el que ya llevaba tiempo meditando. Poco antes, este animal del escenario se embarca en una nueva gira de gran éxito acompañado de varios amigos, como son Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel. La gira de El Gusto es Nuestro(Ariola, 1996) volvió a ser un enorme éxito y les llevó por todo el territorio nacional y por Sudamérica. Cada uno interpretaba grandes éxitos del otro, se hacían duetos, etc. Ya había tenido una grata experiencia en el escenario junto a ellos y otros invitados al colaborar en la gira “Mucho Más que Dos” de Víctor y Ana.


Como decíamos, la decantación de Miguel Ríos por el swing le lleva a montar una nueva gira acompañado de una big-band como las de antaño; es su capricho, un gustazo que se da a sí mismo más allá de su rentabilidad y que a su conclusión se vería reflejada en un CD -que hizo que fuera más que rentable-. Vuelve con los socios a continuar la gira de “El Gusto es Nuestro” por ultramar.


Señalar que esa gira fue el inicio de un período fecundo que a lo largo de varios años llevó al artista a un no parar de conciertos y proyectos: a las ya citadas giras de “El Gusto Es Nuestro” y la que realizó con la Big Band Ríos, sumemos el disco junto a Ana Belén y la Orquesta Ciudad de Granada interpretando canciones de Kurt Weill, el álbum “Miguel Ríos y las Estrellas del Rock Latino” (Rock&Ríos, 2001), que incluye grabaciones junto a Charly García, Maná, Fito Páez, etc. Y entre otras Joaquin Sabina, con el que interpretó este “Aves de paso” (4:40) 09
El álbum recibe el premio de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música al Mejor Álbum de Rock, premios para los que también son nominados el tema Corren tiempos perros y el productor Carlos Narea. Además, es nominado para un Grammy Latino como mejor cantante de rock del año.
En noviembre de ese mismo año inicia una nueva gira que incluye la última tecnología e incorpora una novedad a nivel mundial, al contar con colaboradores representados mediante hologramas. Tras recibir el 28 de febrero del año siguiente la Medalla de Oro de Andalucía, termina en octubre la gira tras actuar en los mejores teatros de España, México y Venezuela. En el Zócalo (plaza de la Constitución de la Ciudad de Mexico) de la capital mexicana actúa ante 100.000 personas en el marco del Festival Internacional del Centro Histórico.
Son años de intenso trabajo y se hace necesario descansar. El artista decide retornar a Granada, pero no tarda demasiado en embarcarse en un nuevo disco, “60mp3” (Rock &Ríos, 2004), que en su título remite a los nuevos soportes sonoros, claves en la confección del álbum, y a su edad de entonces. dedicado al blues, que recibe el premio al mejor disco de rock en los Premios de Música en España. En el disco colaboran el guitarrista John Parsons y el poeta Luis García Montero.. En ese mismo año, y cumpliendo con uno de sus deseos íntimos, Miguel actúa en el Festival de Jazz de Granada junto con la Granada Big Band y el saxofonista norteamericano Benny Golson. También en este año participa en el proyecto colectivo en homenaje al centenario del poeta Pablo Neruda Neruda en el corazón.Precisamente celebró ese cumpleaños con un concierto junto a la Big Band de Granada y con Víctor y Ana, Ketama o Raimundo Amador como invitados.


Ya en 2007 presenta un nuevo espacio televisivo en 13 entregas, “Buenas Noches, Bienvenidos”, con actuaciones en directo -incluyendo la presentación del álbum de Los Planetas, “La Leyenda del Espacio” (RCA, 2007)- para RTVA y celebra su cuadragésimo quinto aniversario en la música con una antología audiovisual que repasa cuarenta y cinco grandes éxitos de su carrera más un DVD con más de tres horas de material, incluyendo actuaciones inéditas. Son cerca de treinta álbumes, sin contar numerosos recopilatorios, los que ha editado a lo largo de su más que prolífica carrera que, por razones evidentes, se vuelve más pausada.


Miguel Ríos publica en 2008, "Solo o en Compañía de Otros" (Warner, 2008) que incluye algunos nuevos temas y pasadas colaboraciones. Entre estos nuevos estaba este “Memorias de la Carretera” (4:42) 10


En julio de 2009 inicia la gira correspondiente; para hacernos idea de su talla, el primer concierto de dicha gira, en Sierra de Gredos (Ávila) dentro del marco del festival "Músicos en la Naturaleza", convoca nada menos que a diez mil personas, una cifra que describe claramente la relevancia de Miguel Ríos en nuestra historia musical. Como ejemplo, convocó a tantas personas como Sting en su primera edición, y apenas dos mil menos que una (otra) leyenda viva como Bob Dylan.


También durante ese verano se edita "Bienvenidos: Un Tributo a Miguel Rios" (Universal, 2009), doble CD en que afamadas figuras de la música española (desde Serrat a Bunbury, pasando por Rebeca Jiménez (“Reina de la Noche” (4:42) 11   o Iván Ferreiro) rinden homenaje al artsta interpretando sus canciones.


Finalmente, en 2010, Miguel Ríos decide despedirse de los escenarios. Para ello se organiza una serie de galas al final del verano, con fechas iniciales en Madrid, Barcelona y Granada que a las que a lo largo del otoño se han ido sumando otras plazas. No descarta Miguel alguna aparición esporádica, muy ocasional, como invitado en algún concierto o gala. Aparte, la renuncia es total; quien conoce su trayectoria sabe que Miguel siempre ha estado despidiéndose, pero, bien meditada, esta es la definitiva. Como colofón, edita en disco-libro "Bye Bye Ríos" (Gran Vía, 2010), nombre de la gira, con la toma de sus actuaciones en Granada, con más de diez mil personas en el público.
Por ello, este bagaje, intenso y fructífero, responde positivamente y de largo a la cuestión inicial. Miguel Ríos representa, en su propio estilo y como nadie, la misma leyenda del rock.

Fuente: Wikipedia.

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